Dada la precisión de reloj suizo que caracteriza el marketing de los dos entes cruzados en esta entretenida polémica –la monarquía y el Opus Dei–, hace falta una fe marmórea para creerse algunas explicaciones. La Casa Real sostiene que un libro de 320 páginas repletas de declaraciones en boca de la reina proceden de “una conversación privada” mantenida con “doña Pilar Urbano”. De existir una sola charla, habría tenido que ser más larga que un discurso de Fidel. Pilar Urbano no es una periodista sueca a la que se abre un hueco en la agenda. Es la autora de una biografía anterior en la que colaboraron el rey, la reina y toda la familia. Es íntima amiga de Laura Hurtado de Mendoza, miembro del Opus como ella y secretaria personal de doña Sofía desde 1970.
La Zarzuela no puede declararse sorprendida de que en el libro aparezcan afirmaciones “inexactas”. No ya porque la autora diga que envió el texto y recibió la aprobación con pocas correcciones, sino porque la editorial Planeta jamás ha publicado una obra relacionada con la familia real sin enviarle previamente las galeradas.
¿Qué ha ocurrido entonces? Las fuentes más fiables sólo contemplan dos posibilidades: o en la Casa Real alguien ha puesto una trampa a alguien, o la reina ha querido celebrar su 70 cumpleaños mostrando a las claras su fervor religioso y su pensamiento conservador. El ruido se daría por descontado.
